A continuación haré una breve explicación sobre la importancia y beneficios de trabajar "El huerto escolar" en un centro educativo.
El huerto escolar como recurso educativo nos permite, a través de una metodología globalizadora, construir un centro de interés donde se integren las distintas dimensiones del desarrollo infantil, a través de experiencias y actividades que tengan sentido afectivo y cognitivo y que implique a los alumnos activamente.
Nuestro huerto, se convertirá en propuesta de un
aprendizaje significativo mediante el cual los niños aprendan haciendo; e
integral, en la cual se desarrollaran diferentes áreas de conocimiento.
Gracias este proyecto globalizador, los niños podrán
acercarse a una propuesta didáctica que engloba conceptos, habilidades y
actitudes integradas dentro de unos valores morales transversales, que les
ayudaran a desarrollar los cuatro pilares básicos de la educación: aprender a
conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser (Informe
Delors, UNESCO)[1].
El huerto, nos ofrece la posibilidad de
trabajar de otra manera, tanto los contenidos de las asignaturas del
currículum, como de los ejes transversales (Educación Ambiental, Educación para
la Salud, Educación en Derechos Humanos, Educación del Consumidor,
Educación en Valores).
Beneficios del huerto escolar
Con la realización de las actividades experimentales que
realizaremos mediante en este proyecto se logrará la participación dinámica y
activa de los niños al observar, dialogar, crear, investigar, experimentar,
interpretar y formular sus propias hipótesis. De esta manera, este
recurso, nos ofrece diferentes beneficios educativos:
· Estimula la capacidad de observar,
formular preguntas e investigar.
· Eleva y mantiene el interés y la curiosidad.
· Confronta y contrasta de manera pacífica sus ideas e hipótesis.
· Ayuda a formular explicaciones de lo observado.
· Induce a diseñar actividades y proyectos propios.
· Permite el desarrollo y socialización al trabajar en equipo.
· Contribuye al desarrollo emocional saludable, que es inseparable del desarrollo intelectual e integral de los niños.
· Eleva y mantiene el interés y la curiosidad.
· Confronta y contrasta de manera pacífica sus ideas e hipótesis.
· Ayuda a formular explicaciones de lo observado.
· Induce a diseñar actividades y proyectos propios.
· Permite el desarrollo y socialización al trabajar en equipo.
· Contribuye al desarrollo emocional saludable, que es inseparable del desarrollo intelectual e integral de los niños.
Esto motiva el aprendizaje, que se
logra a través del gusto que sienten los niños al descubrir hechos, principios,
generalizaciones y comprobar fenómenos naturales por sí mismos, para lograr
aprendizajes significativos.
Por otro lado, desde el punto de
vista de la necesidad de una alimentación saludable la FAO (2005)[2] también
nos explica algunos beneficios de los huertos escolares. Entre ellos encontramos:
- Un lugar para aprender (sobre la naturaleza, la agricultura y la nutrición).
- Un lugar para el disfrute y el esparcimiento (flores, arbustos, sombra, áreas de juegos…)
- Una lección constante sobre el medio ambiente y un motivo de orgullo para la propia escuela.
- Puede constituir un estimulo para concienciar a los niños y a sus familias sobre que es una dieta sana.
- Pueden interactuar los miembros de la comunidad educativa.
- Su intención educativa es demostrar cómo puede lograrse y despertar la conciencia sobre cuestiones de nutrición.
- Todos pueden aprender del huerto, alumnos, profesores, padres y visitantes.
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